Carprofen

El carprofeno es un analgésico que se utiliza para perros con problemas articulares u otros dolores. Es un antiinflamatorio no esteroideo (AINE) y tiene un efecto antiinflamatorio. En este artículo encontrarás más información sobre el uso, la dosis y los efectos secundarios del carprofeno en perros.
¿Qué es el carprofeno y para qué se utiliza?
El carprofeno es el principio activo de varios medicamentos para perros. Los más conocidos son Rimadyl, Carprodyl, Carprieve y Novox. Estos medicamentos están disponibles en forma de comprimidos, comprimidos masticables o inyecciones.
Carprofen se utiliza principalmente para perros con enfermedades articulares como artrosis, osteoartritis, displasia de codo o de cadera. Estas enfermedades provocan dolor, rigidez y cojera en los perros afectados. El carprofeno alivia el dolor e inhibe la inflamación de las articulaciones.
El carprofeno también puede administrarse antes o después de una intervención quirúrgica para reducir el dolor. También puede ayudar con otras afecciones dolorosas como el dolor muscular, óseo o de tejidos blandos.
¿Cómo se administra Carprofen a los perros?
La dosis de carprofeno depende del peso corporal de su perro. La dosis inicial recomendada es de 4 mg por kilogramo de peso corporal al día. Esto significa que un perro de 10 kg recibirá unos 40 mg de carprofeno al día.
La dosis puede ajustarse en función de la intensidad del dolor y la tolerancia. El veterinario puede recomendar la dosis exacta para su perro. La dosis máxima no debe superar los 8 mg por kilogramo de peso corporal al día.
Los comprimidos o tabletas masticables pueden administrarse con o sin comida. El veterinario inyecta las inyecciones bajo la piel.
El carprofeno suele hacer efecto rápidamente y dura hasta 12 horas. La duración del tratamiento depende del tipo y la gravedad de la enfermedad. Unos pocos días suelen ser suficientes para el dolor agudo, mientras que el dolor crónico puede requerir un tratamiento más prolongado.
¿Cuáles son los efectos secundarios del carprofeno en perros?
Como todos los AINE, el carprofeno también puede tener efectos secundarios. Los más frecuentes son molestias gastrointestinales como vómitos, diarrea, pérdida de apetito o sangre en las heces. Pueden evitarse o aliviarse reduciendo la dosis o administrando protectores estomacales.
Otros posibles efectos secundarios son lesiones hepáticas o renales, alteraciones del hemograma, reacciones cutáneas o cambios de comportamiento. Suelen ser poco frecuentes y a menudo sólo aparecen tras un uso prolongado.
Para minimizar el riesgo de efectos secundarios, el perro debe ser examinado periódicamente por un veterinario. Pueden realizarse análisis de sangre para comprobar la función hepática y renal.
Si observa algún signo de efectos secundarios en su perro, póngase en contacto con su veterinario inmediatamente e interrumpa el tratamiento con Carprofen.
¿Cuándo no debe administrarse Carprofen a los perros?
Carprofen no debe utilizarse si su perro
- tiene hipersensibilidad al carprofeno o a otros AINEs
- padece úlceras de estómago o trastornos hemorrágicos
- está preñada o en periodo de lactancia
- tiene menos de 6 semanas
- padece problemas graves de hígado, riñón o corazón.
Además, no debe administrar carprofeno junto con otros AINE o corticosteroides, ya que aumenta el riesgo de efectos secundarios.
¿Existen alternativas al carprofeno en perros?
El carprofeno es uno de los analgésicos más utilizados en perros, pero hay otros principios activos que tienen efectos similares. Por ejemplo, meloxicam, firocoxib, robenacoxib o ketoprofeno. Éstos pueden tolerarse mejor o peor según el perro y la enfermedad.
También existen alternativas naturales al carprofeno que pueden aliviar el dolor y favorecer la salud articular. Por ejemplo, el mejillón de labios verdes, la garra del diablo, la cúrcuma o el aceite de CBD. Pueden administrarse como complementos alimenticios o como ingrediente de piensos especiales.
Antes de dar a tu perro un analgésico alternativo, siempre debes pedir consejo a tu veterinario. Él podrá explicarte las ventajas e inconvenientes de las distintas opciones y recomendarte la dosis adecuada.
Los autores parten de la base de que debe consultarse a un veterinario si un animal está enfermo y de que la medicación sólo debe tomarse tras consultar a un médico o farmacéutico. Sólo un examen individual puede conducir a un diagnóstico y a una decisión terapéutica.
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