Asma

El asma es una enfermedad de las vías respiratorias desencadenada por una reacción alérgica a determinadas sustancias. Las vías respiratorias se inflaman y se estrechan, lo que provoca tos, sibilancias y dificultad para respirar. El asma puede afectar a perros de cualquier edad, pero es más frecuente en perros jóvenes y de mediana edad. En este artículo aprenderá más sobre los síntomas, las causas, el diagnóstico y el tratamiento del asma en perros.
Síntomas del asma en perros
El síntoma más común del asma en perros es la tos, seguida de dificultad para respirar. El perro también puede jadear y respirar con la boca abierta. La tos puede ser seca o húmeda, dependiendo de la cantidad de mucosidad acumulada en las vías respiratorias. La tos también puede ser paroxística y asfixiante, especialmente después de un esfuerzo físico o del contacto con el alérgeno desencadenante. En casos graves, el perro puede ponerse azul o perder el conocimiento.
Causas del asma en perros
La causa del asma es una reacción de hipersensibilidad del sistema inmunitario a una sustancia específica que normalmente no es nociva. Esta sustancia se denomina alérgeno y puede ser, por ejemplo, polvo doméstico, polen, moho, humo, perfume o ácaros. Cuando el perro inhala el alérgeno, las células de las vías respiratorias reaccionan con inflamación y producción de mucosidad, lo que bloquea y estrecha las vías respiratorias. Esto dificulta la respiración del perro y desencadena los síntomas típicos.
Diagnóstico del asma en perros
El diagnóstico del asma en perros puede ser difícil, ya que hay muchas otras afecciones que pueden causar síntomas similares, como infecciones, problemas cardíacos o cuerpos extraños en las vías respiratorias. Por ello, el veterinario realizará primero un examen exhaustivo del perro y le hará preguntas sobre su historial, su estilo de vida y su entorno. También solicitará algunas pruebas, como:
- Un análisis de sangre para detectar una reacción alérgica o una infección.
- Una radiografía de los pulmones para evaluar la estructura y el estado de las vías respiratorias
- Una endoscopia o lavado de las vías respiratorias para observar el interior de los bronquios y tomar muestras
- Una prueba de alergia para identificar el alérgeno desencadenante
Tratamiento del asma en perros
El tratamiento del asma en perros tiene como objetivo reducir la inflamación, ensanchar las vías respiratorias y aliviar los síntomas. El veterinario puede recetar diversos medicamentos, como
- Corticosteroides para reducir la inflamación
- Broncodilatadores para relajar las vías respiratorias
- Antihistamínicos para suprimir la reacción alérgica
- Expectorantes para eliminar la mucosidad de las vías respiratorias
La medicación puede administrarse por vía oral, mediante inyección o directamente en los pulmones utilizando una mascarilla especial de inhalación. La dosis y la frecuencia de la medicación dependen de la gravedad del asma. En algunos casos, el perro también puede necesitar oxigenoterapia o medicación de urgencia.
Además de la medicación, también es importante evitar o reducir el alérgeno que desencadena la enfermedad. Esto puede significar cambiar el entorno del perro, por ejemplo:
- Aspirar y ventilar la casa con regularidad para eliminar el polvo y los ácaros.
- Evitar fumar u otros olores fuertes cerca del perro
- Mantener al perro alejado del polen o el moho
- Cambiar la comida o las golosinas del perro si es alérgico a algún alimento.
Prevención del asma en perros
El asma en los perros no siempre se puede prevenir, ya que se desconoce la causa exacta de la reacción alérgica. Sin embargo, la mejor forma de mantener a raya la enfermedad es reforzar el sistema inmunitario en general. Puede conseguirlo proporcionando a su perro una dieta equilibrada, suficiente ejercicio y visitas regulares al veterinario. También debe proteger a su perro del estrés, ya que puede ser un factor desencadenante del asma.
El asma canina es una enfermedad grave que puede afectar a la vida de su perro. Si nota que su perro tose, jadea o tiene dificultades para respirar, debe llevarlo al veterinario lo antes posible. Con un diagnóstico precoz y un tratamiento adecuado, puede ayudar a su perro a respirar mejor y a llevar una vida feliz.
Los autores parten de la base de que debe consultarse a un veterinario si un animal está enfermo y de que la medicación sólo debe tomarse tras consultar a un médico o farmacéutico. Sólo un examen individual puede conducir a un diagnóstico y a una decisión terapéutica.
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